Tenias razón amiga... todo pasa por periodos, como las estaciones del año.
Me gustaría que no fuera tan así y que se mantuviera cierta estabilidad, pero quizás son solo cosas mías. Me pasa cada vez que miro hacia atrás y veo que ha pasado... como uno a uno he ido dejando de lado ciertos sueños a pesar de desearlos con toda el alma como he perdido ya varias oportunidades de demostrarme a mi y no a otros de lo que soy capaz... pero como si en el momento lo hiciera conscientemente las he ido dejando pasar y ahora quiero de vuelta esas oportunidades, las necesito.
Si veo mas atrás encuentro cosas que se han ido repitiendo con el tiempo y que no he sabido cambiar, cosas de las que luego me he arrepentido y que siempre he creído que me pasan por apresurarme, pero resulta que son una constante, una mala costumbre que no he podido modificar.

Pensar que hay cosas que se nos quedan grabadas y luego como nos cuesta cambiarlas, es mas algunas nunca cambian. Porque es cierto, la gente no cambia... aprende cosas nuevas he intenta dejar de lado malas costumbres, pero a la larga no cambian, siempre en lo profundo que dan grabado su forma de ser, mas que cambiar lo que hacen es tratar de ocultar como era y aparentar un cambio. A veces nos lo creemos y nos engañan, otras lo sabemos, pero lo pasamos por alto por variados motivos, a veces hasta por "amor" y otras veces simplemente lo sabemos y optamos por la mejor opción que es no engañarnos también a nosotros mismos y asumir que las personas son así.

Mmmmm un discurso bastante desalentador, pero el frió me saca lo mejor de mi en estos momentos. Quizás solo sea que estoy un poco descilucionada de ciertas cosas que han pasado y que hay muchas que a lo mejor cambiaría, pero alguien una vez me dijo que le camino difícil a la larga es mucho mejor, porque en el es donde realmente se aprende... en estos momentos que estoy en él me doy cuentas que si sabia todo lo que me ha enseñado y que no era necesario pasar por aquí para comprobaron, pero ya estoy aquí, ya estoy así... tendré que seguir adelante, nunca se sabe cuando el camino difícil se puede volver a empalmar con la ruta que habíamos trazado en el mapa, la que siempre quisimos y de la que quizás no me debería haber desviado.